PANTONEMAGENTA

Cómo tener la boda de tus sueños con los pies en la tierra

Seamos realistas y honestos, “presupuesto ilimitado” es una expresión que aplica para muy pocas personas en el planeta, y es normal. Un presupuesto delimita a lo que podemos optar, sean cien o cien mil dólares, un presupuesto es necesario para echar a andar el plan de la boda y casi cualquier plan en la vida. El dinero aunque no es lo más importante, es importante y necesario, aunque recordemos que no compra la felicidad, el buen gusto… ni el amor.

Así que hoy les comparto, después de tres bodas (propias) exitosas, refiriéndome a éxito, a que los novios fueron felices y se la pasaron genial (que es lo verdaderamente importante), tips para planear y tener la boda de sus sueños.


1. Hacer las cosas y planear en pareja: parecería que está de más decirlo, pero a veces no es así… y si cada quien planea o hace lo que quiera por su lado, de entradita ya perdimos. La boda no es el fin del matrimonio, muchas veces es el inicio y es un ejercicio perfecto para medir la salud o el estado de una relación. Yo tal vez estoy loca pero no entiendo como una celebración, que se supone, debe ser pura felicidad, es motivo de peleas, de estrés y desgaste… si eso es lo que causa una celebración, parecería que no habría mucho qué celebrar… pero ese tema sólo lo dejo en la mesa y me retiro lo más discretamente posible…

2. Hacer la lista de deseos por escrito: el papel o el archivo de Excel o Numbers aguanta todo lo que le pongamos, las listas de deseos no tienen límite. Seamos libres y honestos en lo que de verdad deseamos nosotros, aprovechemos la oportunidad y quitemos cualquier filtro y escribamos y escribamos cosas que se nos antojen para la boda… el cielo es el límite.


3. Tamizar: numerar cada inciso de la lista del más importante al menos importante, marcar los no negociables (los inamovibles-indispensables) de los incisos que cada uno sí estaría dispuesto a ceder. Este paso hagámoslo individualmente, de manera personal para luego negociar en pareja; enfoquémonos en nosotros, no en los deseos, sueños y anhelos de la familia o de la sociedad. Responder en lo personal y luego en pareja ¿qué deseo y qué espero yo, de esta boda? ¿qué esperamos y deseamos de nuestra boda nosotros dos?… el matrimonio es de dos, la boda es igualmente de dos y la familia y los amigos participan de la boda, no son los contrayentes, así que la boda puede ser una buenísima oportunidad para poner límites, como individuos y como pareja.

Esta clasificación, depuración y organización nos sirve para saber qué es lo que más nos importa de la boda: puede ser que el lugar no importe mucho y que lo más importante sea la comida, o que el lugar sea lo más importante y ni pensemos en comer, o que la Iglesia luzca como un jardín lleno de flores, que toque la Orquesta Sinfónica Nacional y que la fiesta no sea importante, o que el vestido no tenga tanta importancia y hasta sea posible rentarlo o que sea diseñado exclusivamente para la ocasión por la mismísima Coco Chanel resucitada… y así mil opciones diferentes según la importancia que cada cosa tenga para uno y para la pareja.

4. Saber cuánto dinero tenemos y hacer el presupuesto: Ya sabemos y escogimos de nuestra lista lo más importante y ahora sabemos también cuánto cuesta lo que deseamos. Aunque desde el principio hayan cosas que nos demos cuenta que no podemos pagar, no borremos los incisos de la lista aún, es posible que exista una versión de ese deseo utópico en la vida real, no todo tiene que ver siempre con el precio directamente sino con un concepto… a ver si me explico, un ejemplo: en nuestro caso, nuestras bodas han sido pequeñas, esa era una prioridad desde el principio, era un inciso del top ten de la lista desde antes de hablar de dinero (¡afortunadamente!!!), no hicimos bodas pequeñas porque “para eso nos alcanzaba” (¡gracias a Dios!) sino que desde el principio fueron planeadas como bodas pequeñas, tal vez si hubiéramos tenido presupuesto ilimitado, habríamos hecho la misma boda, pero en París alquilando jets para llevar a nuestros pocos invitados de la manera más cómoda posible, la ceremonia habría sido frente al Louvre y la fiesta habría sido en nuestro apartamento en Le Marais… pero aterrizando en nuestra vida real, con los pies en la tierra y dentro de nuestra realidad y presupuesto, analicemos: 

  • ¿Por qué nos habríamos casado en París? porque nos gusta y es una de nuestras ciudades favoritas y donde nos comprometimos y pasamos nuestra luna de miel… ¿es un “no negociable”? no, no lo es. ¿Lo podemos pagar? no. ¿Podemos hacer la boda localmente en nuestra ciudad? sí, por supuesto. Ok tema solucionado.

  • ¿Por qué sería la ceremonia en el Louvre? porque yo amo el arte y Jorge lo disfruta muchísimo, es como un “templo del arte” qué mejor lugar para casarnos, un no negociable era casarnos en un lugar poco común, eso era vital, totalmente fuera del mapa lugares tradicionales, un salón de eventos o en un hotel… ok, traduzcamos eso a nuestra realidad: ¿existe un lugar que sea un “templo del arte” para nosotros, en nuestra ciudad? sí, nuestra plaza favorita, la Plaza Carlos Mérida frente a los murales del Banco de Guatemala… ok, tema solucionado.

    Y así nuestros deseos, se hicieron realidad a nuestra manera.

5. Endeudarse para hacer una boda, no es la manera más inteligente de empezar un matrimonio, financieramente hablando: si no alcanza, no alcanza, y toca hacer maravillas con lo que uno tiene, creería en lo personal que es ley de vida. ¿De verdad vale la pena dar un paso tan importante como es el matrimonio con una deuda?… endeudarse en base a un plan financiero inteligente por una casa donde van a vivir el resto de su vida, está bien, eso se llama inversión… pero ¿por una fiesta?… seamos honestos y objetivos, habría que hacer un buen análisis de prioridades para darse cuenta que la deuda por una boda no tiene razón de ser. Durante la vida, como pareja, como familia, si algo será seguro son los gastos. Guarden los préstamos de bancos para más adelante, para cosas verdadera y objetivamente indispensables.

6. Siempre es posible ahorrar y a todos nos va a caer bien, siempre, el ahorro: Si las flores son lo más importante, y allí destinaron gran parte del presupuesto, contraten al florista de sus sueños… si el presupuesto no alcanza, hagan los arreglos ustedes mismos… y así con cada cosa, todo esto es como un juego de mesa donde hay que mover una pieza, y otra, y otra… y para lograr un objetivo a veces hay que ceder otro. Destinar el presupuesto en lo más importante para nosotros y donde podamos ahorrar, ahorremos. Y no ahorrar porque no sea importante, sino que es menos importante y si ahorramos, habrán más recursos para otras cosas o simplemente por qué gastar más, cuando se puede gastar menos. “El que ahorra, siempre tiene” dice el dicho.

Buscar ofertas, aprovechar promociones, buscar opciones… investigar, buscar inspiración en donde sea posible, en Pinterest hay muchos DIY que pueden ser muy útiles. Eso sí, económico no significa que sea barato… la calidad ante todo, que es mejor poco pero bueno, que mucho que no valga la pena.

Les comparto algunos proveedores que yo he utilizado y que recomiendo de primera mano por experiencia propia:

Fotografía David Gallegos

Fotografía Xime Foto

Arreglos florales Ohana Co.

Rosas de exportación Siembras Visión - aquí he comprado las rosas de la boda anterior y la de este año, usé la misma clase de rosas para los arreglos que hice y para el bouquet.

Pastel de boda Sweet Brooklyn - primera boda.

Pastel de boda De la Cami - segunda boda.

Pastel de boda Pastelería Italiana Ciro - casi todos los pasteles de los cumpleaños de Carmela los hemos hecho con Ciro. Calidad-precio es la opción más accesible y es delicioso.

Catering Rosa de Jamaica - con el Chef Wilson Guzmán diseñamos un menú personalizado exquisito para nuestra boda anterior. Tomen en cuenta que la comida en plato servido siempre será mucho más formal y elegante que el buffet y en Guatemala es generalmente, más económico el plato servido.

Alquiler de mobiliario La Folie

Diseño de vestidos de novia personalizados Eduardo Figueroa

Vestidos y zapatos de fiesta Quiz - precios súper accesibles.

Vestidos personalizados para niñas Lindybell

Maquillaje Jorge Solares

Maquillaje Jessie Harrison

Pestañas y cejas Eye Design

Peinado y uñas Veka Nail Bar

7. Recordar que el amor y el cuidado están en los detalles, lo más importante en una celebración será siempre la experiencia, cómo nos sentimos y cómo nos hicieron sentir… más allá de cuánto costaron las cosas o si estaban bañadas en oro. La experiencia es lo verdadero valioso de la vida… hacer de ese día una experiencia memorable.

8. Disfrutar la víspera, gozar el proceso para que desde el primer día nos sintamos desde ya en la celebración. La boda será tan sufrida o tan fácil y divertida como nosotros la hagamos sufrida o fácil y divertida. ¡Prioridades!

9. Involucrarse, así contratemos al mejor equipo de organización y la mejor wedding planner, es vital involucrarnos, somos nosotros quienes nos casamos y la boda debería de ser lo más personal posible, una extensión de nosotros, de nuestra forma de ser y de nuestra personalidad. Una anécdota rápida, Jorge no usa traje… el traje formal no forma parte de su vida; para nuestra primera boda, desde el principio le dije que ir de traje no era obligatorio, que no se viera forzado a ponerse algo que no le gusta, pero nació de él buscar muy emocionado su traje, estábamos de viaje, justamente en París, e ir a buscar su traje fue todo un evento… feliz estuvo con su traje. Ahora para la segunda, él me dijo que no quería ir de traje… perfecto. Si algo no deseaba era un hombre incómodo en su propia boda, no habría sido justo ni positivo.

10. Disfrutar, disfrutar y disfrutar… antes, durante y después de la boda. No pierdan energía en impresionar a nadie, disfruten. No se preocupen por los detalles pequeños que no son importantes y que drenan la paz, disfruten. No estén incómodos, disfruten. Como mencioné anteriormente disfruten la víspera para que no sueñen con que llegue el día para acabar con el “martirio”… disfruten el día de la boda porque es su día y de nadie más, si los novios disfrutan, todos disfrutan… gocen cada momento, bailen, brinden, coman (que triste cuando termina la boda y los novios ni bocado probaron y mueren de hambre… planearon y pagaron comida que nunca disfrutaron), coman pastel… ¡disfruten “su boda, suya, de ustedes”! 

Nada más bello que una boda con los novios felices… ese es el verdadero éxito de una boda. Y disfruten después, que cada vez que recuerden el día de su boda, vuelvan a sonreír, a emocionarse, que den ganas de ver las fotos y los videos una y otra vez, que quisieran que ese día nunca hubiera terminado, que las anécdotas sean de felicidad y amor, que el recuerdo sea maravilloso, que como dice mi mamá con palabras del fabuloso y brillante Viktor Frankl “vamos a crear nuevos y maravillosos recuerdos”.